viernes, 18 de septiembre de 2015

Lección aprendida: "El Joven Rico."


Siguiendo el post anterior, donde hablamos de lo que es estar en el pozo, hoy les voy hablar de mi segunda lección!! 


"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, qué bien haré para tener la vida eterna? 
El le dijo: Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 
Le dijo: Cuáles? Y Jesús dijo: No mataras. No adulteraras. No hurtaras. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amaras a tu prójimo como a ti mismo. 
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Qué más me falta?
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas riquezas. 
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos."
Mateo 19: 16-23

Ser joven y seguir a Jesús no es nada fácil. Por eso, no solo hay que guardar los mandamientos sino que hay que desprendernos de todo. 

Principalmente, de todas nuestras riquezas, que no solo son las económicas y los bienes materiales, sino también las que están dentro del corazón (la familia, los amigos, el trabajo, el uniforme, el titulo, el rencor, la envidia, el odio, etc.) Todo eso, te impide entrar al Reino de los Cielos.

Yo siempre le decía a Dios: "Señor, si un día me toca elegir entre tu Palabra o negarte a vos solo por obtener un uniforme, prefiero mil veces dejar la obra. Pero nunca te voy a abandonar, no voy a dejar de ir a la iglesia. Porque mi amor por vos, me hace superar todo. Aunque sienta que mi esperanza desfallezca, yo voy a luchar por obtener tu misericordia, tu perdón."

jajaja bueno, llego el día, en que tuve que decidir, entre uno y el otro, y yo elegí seguir a Dios. Fui puesta a prueba y abandone todo lo que me mantenía prisionera. Para muchos estuvo mal, pero yo se que fui fiel a lo que aprendí de Él. Yo mostré, donde estaba puesto mi corazón. Y no era en todo lo que tenia, sino en su Palabra; y aunque no lo crean, mi Sabiduría se incremento y hoy puedo comprender a todos los apartados. Puedo dar una orientación, como si realmente fuese una obrera, y estoy lista para rescatar muchas almas de su prisión. En otras palabras, soy una obrera aprobada por Dios!! Ahora sí, soy su elegida!! Que placer!!

Ustedes dirán, a donde queres llegar con todo esto!!?? A lo siguiente:

  • Que antes de jurarle algo a Dios, lo pienses muy bien, porque no hay vuelta atrás. Él de todo toma nota.
  • Que si lo vas a servir en el atrio o en el Altar, aprendas, practiques y experimentes la Palabra de Dios. No te quedes sólo con lo que te contaron. O mejor dicho, con la teoría.
  •  Y por supuesto, que te desprendas de todo aquello que te mantiene preso o atado o limitado. Muestra donde realmente esta tu corazón!! Si en las riquezas de este mundo o en las de los cielos!!

Muchos son los que dicen servir al Señor de todo corazón, pero será que es así!!?
Mi experiencia me ha demostrado que no es tan así, es algo muy difícil, que requiere de un sacrificio sobrenatural que te lleva a una renuncia que no puede ser superficial. Como los planes de Dios son secretos, es decir, que solo Él lo sabe, no podemos confiarnos en que nosotros somos los que hacemos la obra porque no es así, todo le pertenece a Él. Hasta nosotros. 

Consejo: 
  • No uses el uniforme (sea de obrero o FJU o EBI, etc) solo porque es bonito, sino porque forma parte de su vida. Para así, ser recompensados!! 
  • No sirvan en determinados grupos, sólo porque se sienten acompañados sino porque realmente quieren seguir a Dios!!

  • Aprendan a esperar en Él, no se desesperen, todo está finamente calculado. Dios sabe dónde y en qué lugar realmente le vamos a servir. Él nos coloca donde Él quiere. Él es el único que sabe cuando estamos listos para realizar la obra conforme a su Palabra. Antes, somos puestos a prueba, somos transformados y moldeados, somos educados y enseñados por su propia mano para que nunca nos desviemos y logremos vencer con toda fuerza del bien, al mal.
  • No tengas miedo de volver a empezar, cuantas veces sean necesarias. Sé un vencedor, no desistas!!

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