Hola, como están!!?
Ya hablamos de la aflicción de espíritu, de la renuncias a las riquezas y, hoy vamos por la tercera lección que aprendí: La falta del Espíritu de Dios.
"Y me dijo: Hijo de hombre, vivirán estos huesos? Y dije: Señor, tú lo sabes.
Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd Palabra del Señor.
Así ha dicho el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor.
Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dí al espíritu: Así ha dicho el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán."
Ezequiel 37:3-6 y 9
Hay muchos que están dentro de la obra como huesos secos. Por el transcurrir del tiempo, se confiaron y se dejaron llevar, descuidando su comunión con Dios. Creyendo que no hacia falta hacer nada, porque era el deber del Señor cuidar de ellos.
Somos muchos, -y digo muchos porque yo también me incluyo, yo también me descuide varias veces, pero eso no es excusa!!-, los que nos desviamos sin querer por mirar a los costados. Y en nuestro momento de mayor aflicción, fue cuando buscamos de verdad a Dios, cuando ni fuerzas había en nosotros, cuando creíamos que todo estaba perdido, recien ahí, nos entregamos a Él porque ya no teníamos otra salida.
Entonces el Señor en su inmensa misericordia, mando a su profeta para que nos levantara y nos diera vida, para que nos alimentáramos. Él nos reconstruyo sin pensarlo. porque hubo un sincero arrepentimiento, un deseo ardiente de estar protegido por Él.
Luego, cuando ya era todo nuevo dentro de nosotros, nos bendijo, otorgándonos su bien mas preciado, el Espíritu Santo. A modo de respuesta, a nuestros clamores de angustia y llanto.
Sin embargo, todavía hay muchos que siguen muertos, porque no aceptaron a Dios como su Señor, sino que prefirieron ser ellos, señores de si mismos. Condenándose a vivir una vida de total vacío y amargura.
Tienen todo pero no tienen nada, porque no fueron bendecidos por el Señor. No lograron entender ni oír la voz de Dios, no lograron conservar la esperanza (FE) intacta para obtener el derramamiento de las Promesas. Dudaron y se volvieron carne. Se dejaron llevar por la ansiedad. Decidieron hacer su voluntad, eligieron el camino fácil, creyendo que era menos doloroso.
Y cómo les fue o les va!!? Es mejor ni preguntar.
Y que dice el diablo: "¿Dónde está tu Dios?", "jajjaja sos mío!!!" "Por tonto, no escuchaste a tu Dios y te vencí jajaja"
Sus frases celebres!! No es cierto!!??
Entiendan, sino nacemos del agua y del espíritu, no somos nada. El diablo tiene toda la autoridad para despedazarnos y hacer su voluntad sobre nosotros. El sabe, que si nos volvemos a Dios, podemos tenerlo debajo de nuestros pies.
Esto es lo que acontece con los apartados; los que están adentro de la Iglesia como los que están afuera. Por eso, no hay conversión.
Consejo:
- Aprovechen este Ayuno de Daniel para arreglarse con Dios, para renovarse y volver a la batalla.
- Despierten!! Todavía están a tiempo. Ustedes tienen esta oportunidad, peor sería si hubiesen pasado por el desierto como yo, sin pan sin agua sin abrigo sin nada a mi alrededor, perdida en mis pensamientos, dependiendo pura y exclusivamente de mi FE. Les confieso que es muy pero muy dolorosa esa situación.
- Aprendan a dominarse y confiar en las promesas de Dios, tardan pero llegan. Recuerden que el tiempo de Él, no es el nuestro.
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