La Oveja Perdida

"...y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come." (Lucas 15:2)

En éste versículo, podemos visualizar que dentro de la iglesia existen personas que critican ésta buena obra. Nunca van a ver con buenos ojos que un pecador sea bien recibido y con los brazos abiertos. Porque para ellos eso está mal; y ni hablar del que se apartó, ya que significa, que despreció a Dios y todo lo que Él le dio.

Vea lo que Jesús, les respondió:
" ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que perdió, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a la casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido." (Lucas 15:3-6)

Acá vemos, que el Señor se agrada de aquella persona, que conociendo Su Palabra, la pone en práctica; ya que ve ésta dirección como una misión que debe ser realizada.

También nos enseña que cuando se rescata un alma perdida, nos llenamos de una alegría inmensa que nos invade internamente y que nada se compara con la felicidad de traerla de nuevo a la presencia de Dios. Que no debemos preocuparnos por la que está salva sino por aquella que no logró arrepentirse de sus pecados e ir a buscarla, seguirla hasta que se convenza de que sólo existe una salida: Dios. No debemos abandonarla ni excluirla como muchos hacen.

Por eso, no debemos mirar para el por qué de sus errores, sino mirar para el sufrimiento que vive en silencio y la necesidad de tener otra oportunidad para acercarse al Señor.

No se deje llevar por el prejuicio, si viene, arránquelo; no deje que lo domine, eso afectaría su ministerio.

Sea sincero y respondase a si mismo!!
Si una persona se aparta, es decir, que deja de ir a la iglesia, ¿Usted va a buscarla inmediatamente o espera a que el pastor se lo indique?

Recuerde: Sea humilde!! Reconozca y agradezca a Dios por todo lo que le dio, pero recuerde quién era usted antes de que el Señor lo rescatara y lo transformara; y sólo así, va entender el motivo por el cual esa persona decidió alejarse.