Es importante que sepan que el Ayuno de Daniel no garantiza el bautismo con el Espíritu Santo, sino que es un período de relajación mental. Donde nos apartamos de las cosas del mundo y nos desprendemos de toda la información (diarios, revistas, noticieros, novelas, etc) que nos mantiene preso de la rutina y en nuestro "propio yo."
En este lapso, uno busca limpiar su mente de todo lo que nos mantiene ocupados y lejos de Dios, buscamos desinformarnos y vaciarnos de todo lo que nos perturba y que nos impide tener una comunión más íntima con el Señor. Esto nos ayuda a oír la voz de Dios.
Consejo: Si usted quiere ser Templo del Espíritu Santo debe entregarse a este propósito de todo corazón y por completo. Todo depende de su fe y sacrificio. Y recuerde que el Espíritu Santo no mora en un cuerpo sucio, utilice estos 21 días para desintoxicarse.
El esfuerzo lo tiene que hacer usted!!!
En el próximo post, unos tips que los va a ayudar en estas tres semanas.
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