En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: Quien es el mayor en el reino de los cielos?
Y llamando Jesús a un niño, le puso en medio de ellos, y les dijo: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos."
Mateo 18:1-4
El Señor al ver que había tensión y problemas de convivencia entre los grupos y sus discípulos, les dio instrucciones y los exhorto a prestar atención a los mas pequeños; enseñándoles que si no tienen la inocencia de un niño, no podrán entrar al reino de los cielos, porque sobre un niño no se puede ejercer otro dominio que no sea el Servicio y el Amor. Es decir, que el reino de Dios no se adquiere ni se conquista por la fuerza sino que hay que verlo como si recibiésemos un regalo; ya que, es un don que se recibe con sencillez y con el agradecimiento de un niño.
Por eso, el Señor aclara: "El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mi; y el que a mi me recibe, no me recibe a mi sino al que me envió." (Marcos 9:37)
Sin embargo, a pesar de las explicaciones que daba, el Señor notaba que sus discípulos tenían dificultades para comprender y asumir con radicalidad sus enseñanzas. Por eso, sus palabras fueron muy contundentes, con respecto al poder. En otras palabra, lo que dijo fue que: "No es la dominación sino la capacidad de servicio lo que identifica al discípulo."
El Señor, lo que buscaba es que aprendieran a llevarse bien como los niños; que hoy se pelean y al rato están juntos, porque ellos son humildes de corazón y sencillos. Pero la ambición, de saber que tenían poder y autoridad, para obtener lo que quisieran, los cegaba y les impedía ver el reino de Dios.
Esas instrucciones que el Señor había dado, tenían un denominador común: " El servicio al reino, sólo es posible desde la fe."
Qué es el servicio al Reino?
Es la búsqueda e instauración de una sociedad justa, solidaria, fraterna e igualitaria.
Es por esa razón, que nadie está exento de desviarse del camino y asumir actitudes contrarias a los valores del reino. Eso ocaciona escándalo y desánimo en unos; escepticismo y rechazo a esta nueva realidad, en otros.
En todo caso, siempre hay que recurrir a la corrección fraterna, al arrepentimiento y al perdón.
Conclusión: Que nadie es más que nadie, que todos los que sirven de todo corazón al Señor, son personas que fueron afligidas y azotadas por el mal sin ninguna compasión. Por eso, no podemos juzgarlas ni discriminarlas, todos vamos a cometer errores, nadie puede esquivar eso. Mucho menos se debe juzgar a los que comienzan, porque quizás cometan sus mismos errores!!!
Una familia, a pesar de la dificultades y tempestades, por las cuales pasa, no se aleja ni se destruye mutuamente, sino que está en las buenas y en las malas, sin importarles el pasado o lo que haya ocurrido entre ellos; en ese momento, todo es perdonado, y se vuelve a empezar como si nada hubiese ocurrido.
Tarea:
Medite en esta palabra, y reflexione como ha sido su comportamiento; con respecto al trato que ha dado a los mas pequeñitos.
Ha retribuido al Señor, dando Amor, el Amor que el Propio Dios le dió!!? Ha enseñado la Palabra de Dios o sus propias costumbres!!?
"Recuerde que el uniforme ni su posición lo hace merecedor del Reino de Dios."
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